lunes, 15 de diciembre de 2008

Aguirre quiere ajustar las cuentas con el Mayo del 68

fuente:PUBLICO.ES/MARÍA JESÚS GÜEMES
Bajo el título Adiós mayo del 68, Esperanza Aguirre se rodeó ayer de estudiantes para plantar batalla a "los dogmas pedagógicos y políticos" de sus herederos que no son otros, a su juicio, que los "partidos de izquierda" que "huérfanos del marxismo encontraron en las simplezas del mayo francés la base dogmática de sus propuestas esenciales, sobre todo en Educación".

Después de que hace tres semanas dijera que el Che Guevara era "un canalla", ayer la presidenta de la Comunidad de Madrid sostuvo que los liberales de hoy en día tienen "un ajuste de cuentas pendiente" con el espíritu e ideología que surgió de las revueltas estudiantiles en París. La lideresa se expresó así en el marco de un acto organizado por la Unión Democrática de Estudiantes y las Nuevas Generaciones del PP (NNGG), en la Universidad CEU-San Pablo de Madrid.

Para ella este momento histórico estaba envuelto "en algunas intuiciones, eslóganes o frases más o menos brillantes". Pero, señaló, que la "inmensa mayoría" de aquellas pintadas y grafitis habían sido "solo la expresión de pensamientos adolescentes de un romanticismo bastante cursi". Y para adornarlo con un ejemplo, recurrió a una de las frases que marcaron aquella época. "Sous les pavés, la plage" (Bajo los adoquines, la playa), dijo en un perfecto francés mientras apuntaba que no dejaba "de ser una metáfora simplona, sin significado preciso".

El eslogan que le gusta

Sin embargo reconoció que aquella que decía "Défense dinterdire" (Prohibido prohibir) le gustaba. "No me parece nada mal. Las cosas como son", explicó, mientras la utilizaba para cargar contra Zapatero porque "vivimos con un Gobierno que constantemente demuestra un afán intolerable de intervenir en los comportamientos de las personas, hasta las decisiones más íntimas".

Aguirre dijo que compartía "el embrión" de aquel movimiento que se veía impregnado por "más ansias de libertad" porque eso, al menos, le parecía una "pretensión sana y positiva". Pero reconoció que el desarrollo posterior ya no le convencía porque se produjo un "fénomeno de fagocitación por parte de la izquierda". "Y lo que que quería ser una revuelta antiestatalista acabó como armazón ideológico de los partidos más antiliberales", sentenció.

Campo educativo


En tono reivindicativo, Aguirre denunció que los efectos "más nefastos" del sesentayochismo habían terminado por repercutir sobre todo en el campo educativo y lamentó la situación española. Por eso anunció que había llegado la hora de "combatir políticamente a los que, para luchar contra el autoritarismo, acabaron con la autoridad académica y la autoridad moral del profesor, a los que para ofrecer a todos oportunidades iguales, cayeron en el absurdo de igualar la ignorancia de todos bajando el listón y a los que buscaban ser abiertos y dialogantes con todos y terminaron en el relativismo moral del todo vale".

La presidenta del PP de Madrid también comentó que le parecía curioso que partidos como el comunista practicasen el "más estricto autoritarismo" en Occidente, proponiendo la desaparición del papel del profesor, de las calificaciones y exámenes para "evitar traumas a los alumnos" y mientras tanto "en la Unión Soviética o en sus países satélites no permitían la menor relajación y conservaban un sistema estricto basado en el esfuerzo, el mérito y en la pura y dura transmisión de los conocimientos". Justo lo que ella y los liberales defendían.

Aguirre, contenta porque los jóvenes cachorros del PP de Madrid siguen sus pasos, les reconoció como "la punta de lanza que se ha atrevido a romper con la corrección política" dentro de NNGG.

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