martes, 25 de noviembre de 2008

Mientras Rouco pide “olvidar”, numerosos curas franquistas siguen oficiando misas en honor al dictador

fuente: elplural.com/JOSÉ MARÍA GARRIDO
El presidente de la Conferencia Episcopal y cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, aseguró este jueves que “a veces es necesario saber olvidar”, y abogó por “cultivar el espíritu de reconciliación, sacrificado y generoso” de la Transición. Paralelamente, la Iglesia católica prepara la beatificación de 800 católicos, todos ellos muertos durante la guerra civil. Asimismo, muchos sacerdotes siguen llorando en público la muerte del dictador.

Las misas en honor del dictador asesino se han convertido en un hecho habitual. Incluso, algún sacerdote se presta a oficiar el culto religioso rodeado de jóvenes ultraderechistas que portan banderas carlistas, de la cruz de Santiago, o falangistas.

De celebraciones
Joaquín Fernández de la Prida de Carlos es uno de los sacerdotes que con mayor frecuencia se prodiga en los actos convocados por la extrema derecha. Este sacerdote, siempre dispuesto a celebrar misas en contra de “una sociedad actual abortista, divorcista, homosexual y laicista”, confesó a El Plural que con motivo del 33º aniversario de la muerte de Francisco Franco, la semana pasada acudió a El Valle de los Caídos y a la Plaza de Oriente.

“Como delincuentes”
“Voy todos los años a el Valle de los Caídos, aunque últimamente ponen muchos problemas. España no es una verdadera democracia (…) porque este año la policía nos trató como a delincuentes y nos prohibió la entrada de banderas”.

Ideario
Joaquín Fernández, “más partidario de José Antonio que de Franco”, reconoce con orgullo su relación de amistad con José Luis del Corral, líder del grupúsculo neonazi Acción Juvenil Española (AJE), considera que “la Guerra Civil fue una cruzada que ganaron los cristianos”, y asegura que no puede comprender que a algunos cristianos les molesten las misas en honor a Francisco Franco.

Misa y canciones
Pero Joaquín Fernández de la Prida de Carlos no es el único sacerdote que en las últimas semanas ha celebrado actos religiosos en memoria del Generalísimo. Los Padres Felipe de Lope y Francisco Guijarro se prestaron este mes de noviembre a oficiar una misa en Paracuellos del Jarama. Según los presentes, al finalizar la Santa Misa, “el Presidente de la Hermandad y el párroco emérito del municipio madrileño de Loeches depositaron una corona de laurel ante el monolito que se yergue en medio del camposanto, mientras sonaba La muerte no es el final. Después, el público entonó espontáneamente el Cara al sol”.

Cruzada Nacional
Por otro lado, con motivo de la solemnidad de los Fieles Difuntos, una delegación de la Asociación Nacional de Combatientes Italianos en España organizó en la iglesia de San Antonio de Zaragoza una misa “para honrar la memoria y pedir por las almas de los más de 4.000 soldados italianos que murieron en España durante nuestra Cruzada Nacional de Liberación”. El acto religioso fue oficiado por el superior de los capuchinos, Padre Miguel María Andueza, y solemnizado por la coral de la Parroquia.

Batalla de Belchite
En el mes de octubre, varios miembros de Acción Juvenil Española conmemoraron, con la inestimable ayuda del Padre Amable, la batalla de Belchite, “donde 3.000 buenos españoles perecieron para impedir que el Ejército Rojo, con una superioridad abrumadora en hombres y material, pudiera conquistar Zaragoza”.

Plaga
Estos son solo algunos ejemplos que demuestran que en pleno Siglo XXI, la Iglesia católica sigue plagada de curas franquistas, que no sabern olvidar”, ni cultivan "el espíritu de reconciliación, sacrificado y generoso” de la Transición.

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